domingo, 24 de noviembre de 2013

El Maestro Shang Bing He

El Maestro Shang Bing He (1870-1950), nació en una familia de letrados del norte de China, siendo él mismo funcionario aprobado por el sistema de exámenes imperiales a finales de la Dinastía Qing. Desde temprana edad fue iniciado en el estudio de los textos clásicos y tuvo gran afición por el estudio del I Ching, preocupándose por estudiar los textos conocidos actualmente como Pre Qin, es decir anteriores a la interpretación puramente filosófica dada al I Ching por la escuela confuciana cuando fue escogida como la representante del pensamiento imperial.

Shang Bing He, a pesar de ser un funcionario del régimen imperial, continuó ocupando cargos públicos, sobre todo en la parte administrativa al interior de los ministerios, durante el periodo republicano temprano al caer la dinastía Qing por la Revolución de 1911, pero la razón por la que fue conocido por la posteridad fue su gran amor por el I Ching y su gran destreza en la práctica de la adivinación.

Luego de estudiar y practicar durante más de veinte años el I Ching, Shang Bing He escribió varios libros, sobre todo rescatando los textos de la Escuela de Imágenes y Números, que habían sido dejados en el olvido o marginados por la casta letrada que participaba en la administración pública imperial a partir del siglo III a.C. Él fue uno de los letrados chinos más preocupados en que al ingresar la cultura occidental en China, el pueblo chino no perdiera su propia identidad cultural, y por eso decidió hacer escuela y publicar sus trabajos acerca del I Ching, raíz del conocimiento tradicional en que se basan las disciplinas más representativas de la tradición china.

El Maestro Shang enfatizó en que lo más importante en el estudio y práctica de la adivinación con el I Ching era comprender los cambios del Yin y el Yang, así como las imágenes asociadas a los trigramas que se iban transformando conforme las líneas Yin o Yang se iban moviendo. Fue este concepto el que él destacó cuando investigó y publicó las obras de Jiao Yan Shou con notas explicativas que permitieron a las generaciones posteriores de estudiosos del I Ching beneficiarse con los maravillosos conocimientos de los antiguos, llegando así este conocimiento a nuestra época a través de su discípulo, el Maestro Huang Shou Qi, filósofo y Rector de la Universidad de Educación de Fujian, así como de su discípulo nieto, el Maestro Zhang Shan Wen, doctor en filosofía de la Universidad de Educación de Fujian, que se dedica a la enseñanza del I Ching tanto en su propia universidad como asistiendo en calidad de profesor invitado por un semestre al año en una universidad en Taiwán.

Es entonces que debemos agradecer el gran esfuerzo realizado por este Maestro, quien rescató los métodos olvidados y relegados que provenían de la auténtica tradición de adivinación de la corte de Zhou del Oeste (1066-771 a.C.), y que fueron registrados ya por el Maestro Jiao Yan Shou en sus libros en el siglo I a.C. pero que no podían ser comprendidos ni descifrados hasta que el Gran Maestro Shang Bing He los investigó y publicó con sus anotaciones.

El I Ching cobra entonces a través de estas luces una nueva dimensión que nos hace comprender que filosofía y numerología eran un todo en los inicios de este arte, no dejemos de estudiar los métodos de análisis tan importantes que nos han transmitido estos grandes Maestros.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
www.tianlongtan.blogspot.com

viernes, 8 de noviembre de 2013

El Maestro Jiao Yan Shou y El Bosque de los Cambios

La mayoría de los aficionados a la práctica de la adivinación conocen a Jing Fang por su creación del Método de Pronósticos de las Seis Líneas, el mismo que se conoce hoy como Wen Wang Gua o como Huo Zhu Lin. Jing Fang realizó predicciones muy exactas de catástrofes naturales utilizando este método, el mismo que se hizo muy popular durante el periodo de los Tres Reinos, fue reordenado por el Taoísta del Traje de Yute en la Dinastía Tang y perfeccionado por el gran estratega Liu Bo Wen en la Dinastía Song.

Sin embargo, pocos saben que Jing Fang pudo desarrollar sus poderosos métodos gracias a la enseñanza recibida de su maestro Jiao Yan Shou, quien ya había hecho una división de los hexagramas en Ocho Palacios, además de dejar registrados sus conocimientos de los antiguos significados a través de sus obras, como el Bosque de los Cambios.

Jiao Yan Shou pertenecía a la rama de la escuela confuciana que había recibido la transmisión de los antiguos significados y que fue posteriormente conocida como la Escuela de Imágenes y Números, siendo entonces un experto en las artes de adivinación porque conocía las transformaciones de los números en imágenes y de imágenes en números; estos fundamentos fueron los mismos que dieron sustento a métodos como el de los Números de la Flor de Ciruelo y fueron también la base de la adivinación de los antiguos.

Temiendo que al alejarse los confucianos de las prácticas de adivinación y dar especial énfasis al aspecto filosófico del I Ching, los antiguos significados se perdieran, Jiao Yan Shou escribió dos libros muy importantes para la Escuela de Imágenes y Números, siendo el más conocido El Bosque de los Cambios.

En El Bosque de los Cambios, Jiao Yan Shou desarrolló todo el conocimiento de las imágenes y los números que se encontraba encerrado en el I Ching no para el movimiento de cada línea, sino un poema para cada hexagrama y para cada una de sus transformaciones en cualquiera de los otros sesenta y tres hexagramas, de modo que el libro contiene un total de cuatro mil noventa y seis poemas con los que ya no es necesario hacer el análisis de las líneas móviles en forma independiente como en el I Ching porque los cambios de las imágenes producidos por el movimiento de las líneas ya están descritos en cada uno de los poemas.

Por ejemplo, de acuerdo a la pauta para el manejo de las líneas móviles indicada por Zhu Xi, cuando tenemos tres líneas móviles en un hexagrama, no debemos prestar atención a las líneas porque las líneas móviles y las quietas están en igualdad de número, entonces se debe tomar atención a los textos del hexagrama original y el hexagrama cambiado. Si tuviéramos entonces Ding zhi Bo, El Caldero cambiando en el Descascaramiento, nuestra lectura sería: "El Caldero, inmenso auspicio, ofrenda. El Descascaramiento, no favorable tener a donde marchar". De donde diríamos que a pesar de que la situación parezca favorable para emprender nuestro proyecto, no es conveniente hacerlo.

Sin embargo, en El Bosque de los Cambios se describe ya la situación específica que se da al transformarse las imágenes de los trigramas por el cambio de las líneas, y para Ding zhi Bo leemos "Cortada la piel se acerca al fuego, el tigre elimina mi barba. Los viles tuercen la ley y tiranizan, ¿a dónde retornaría el señor?". Donde la imagen de la piel sale del texto de la línea cuarta de Bo "la cama se descascara hasta la piel, nefasto", los viles son las líneas yin que aparecen al transformarse las tres líneas yang en yin, la barba son las tres líneas yang que colgarían de la pequeña boca que forma la imagen del trigrama Li y al transformarse todo en un gran Gen, Gen tiene la imagen del Tigre y como con su aparición desaparece la barba, es el tigre el que le quitó la barba.

Como podemos ver, la importancia de la obra de Jiao Yan Shou no es sólo que dio gran facilidad para la adivinación a aquellos que no podían comprender el manejo de las líneas móviles, sino que permitió que nosotros a través de sus textos pudiéramos comprender los significados originales que tenían los textos del Canon Antiguo del I Ching en relación con la adivinación y que las metáforas lo que trataban de explicar era el comportamiento de las líneas y las transformaciones que se producían en las imágenes.

Lamentablemente, en su época, los trabajos de Jiao Yan Shou y de su discípulo Jing Fang, fueron tildados de charlatanería por la casta letrada confuciana y fueron dejados en el olvido; pero por suerte no fueron destruidos y para beneficio nuestro apareció a fines del siglo XIX de nuestra era un gran letrado que los rescató y estudió, no sólo determinando que se trataba de una tradición correcta del I Ching, sino haciendo escuela de adivinación gracias a los antiguos significados. Este gran maestro fue Shang Bing He, y su discípulo Huang Shou Qi fue conocido en la provincia de Fujian, cuna del Feng Shui de Brújula, como un gran maestro de la adivinación.

Gracias a los trabajos de ellos, nosotros podemos hoy en día conocer más de los verdaderos significados ocultos por los Shi al compilar los versos del Canon Antiguo del I Ching. A seguir estudiando.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
www.tianlongtan.blogspot.com

jueves, 7 de noviembre de 2013

La Escuela de Imágenes y Números

El I Ching se conoció desde sus inicios como un oráculo numerológico, puesto que las varillas daban números y los números imágenes que algunas veces se transformaban nuevamente en números. Esta forma fue la adivinación original que se practicó antes de que se compilaran los textos del Canon Antiguo del I Ching, que es el manual de adivinación que para el periodo de Primavera y Otoño (770-476 a.C.) servía ya a los aprendices del Oráculo de Varillas como guía para comprender los significados que tenían las imágenes y las líneas de los hexagramas.

No se puede decir que existan en realidad dos escuelas del I Ching, sino que cuando los confucianos se convirtieron en la casta letrada que debía dar el soporte ideológico al imperio, enfatizaron en los significados filosóficos del I Ching y dejaron de lado el aspecto numerológico y la adivinación, fue por eso que a partir de ese momento aquellos que persistieron en la práctica de los antiguos métodos fueron conocidos como la Escuela de Imágenes y Números, aunque todo su desarrollo se realizó en base a fundamentos que ya existían antes de compilarse los textos del I Ching; estas teorías y métodos fueron conocidos por los que compilaron los textos y dentro de los mismos se puede apreciar todos sus contenidos, por eso podemos saber que en un origen era un sola escuela, cuyo cuerpo era la filosofía y su uso la adivinación.

La primera separación se fue dando ya durante el periodo de Primavera y Otoño, cuando al tener ya el texto del Canon Antiguo, muchos de los adivinos de la corte se dedicaron a interpretar las respuestas del oráculo directamente en base a los textos en lugar de analizar las imágenes y olvidando que los textos sólo eran una ayuda mnemotécnica para aprender a conocer las imágenes. Incluso había casos en que asociaban los nombres de los personajes históricos que aparecían en los textos a los de sus familiares o descendientes que consultaban, convirtiéndose los textos del I Ching en respuestas directas a las preguntas; de esta manera fue como se fueron perdiendo los antiguos significados.

Confucio vivió en esa época y a pesar de ser un hombre muy cultivado, no pertenecía a los Shi, aficionándose a la práctica de la adivinación ya en su edad mayor, tal vez por eso era que, según él mismo manifestó, solo "acertaba en setenta de cada cien adivinaciones". Los antiguos Shi debían acertar en el cien por ciento de sus consultas y normalmente llegaban a un grado de acierto mayor al ochenta o al noventa por ciento, porque conocían los métodos originales de la adivinación, los mismos que eran trasmitidos sólo al interior de sus escuelas.

Fue así como Confucio, dio una transmisión del I Ching dando importancia a sus aspectos filosóficos, que él comprendió en bastante profundidad, pero con cierta deficiencia en cuanto a los métodos de adivinación, porque él era un Ru, grupo de funcionarios de la corte especializados en ciertos rituales y no los encargados de la adivinación. Sin embargo, sus discípulos recibieron también la trasmisión del I Ching que el des dio, conservando este libro como uno de sus textos de estudio, hasta que al llegar a Han del Oeste (206 a.C.-25 d.C.) se dedicaron a estudiar sólo los aspectos filosóficos del libro.

Sin embargo, fue dentro de una de las ramas de la misma escuela confuciana que se conservó la tradición numerológica original del I Ching. Tian He, uno de los representantes de la sexta generación del I Ching transmitido por Confucio, tuvo como discípulo al General Ding y el General Ding, representante de la séptima generación, tuvo también como maestro a Zhou Wang Sun, quien le transmitió los antiguos significados. Fue así como este conocimiento original de los métodos de interpretación del oráculo en base a las imágenes y los números se transmitió a Tian Wang Sun de la octava generación, Meng Xi de la novena generación, Jiao Yan Shou de la décima generación y finalmente a Jing Fang, de la undécima generación. Y fue Jing Fang, representante de la undécima generación del I Ching transmitido por Confucio, quien a su vez conocía los antiguos significados, el que en base a los conocimientos adquiridos de su maestro, desarrolló lo que hoy en día conocemos como el Wen Wang Gua o Método de Pronósticos de las Seis Líneas.

En tiempos modernos se conoce más a Jing Fang porque el sistema que desarrolló alcanzó enorme popularidad en las consultas del hombre común, sobre todo a partir del siglo tercero de nuestra era, pero él fue sólo uno más de los grandes maestros de la Escuela de Imágenes y Números, hombres de gran virtud que dedicaron sus vidas al análisis del I Ching y sus métodos de adivinación con la finalidad de servir a la sociedad. El mismo Jing Fang fue ejecutado a la edad de cuarenta años porque con sus pronósticos advertía al emperador que debía alejar de su lado a los funcionarios corruptos que traían la desgracia al imperio, y fueron esos funcionarios corruptos los que se coludieron para lograr que se le declare enemigo del estado y se le dé la muerte.

Por suerte, muchos de los conocimientos de los maestros de la Escuela de Imágenes y Números han sido preservados en libros, los mismos que pueden ser estudiados si uno tiene la base suficiente en el estudio del idioma chino antiguo y la filosofía china, entonces sus métodos han podido ser preservados y hasta la actualidad existen muchas personas en China que los practican y los enseñan, incluso en universidades conocidas, como la Universidad de Shandong y la Universidad Zhongshan de Cantón.

Si uno desea aprender no sólo la adivinación, sino profundizar en los fundamentos de artes como la geomancia china, es indispensable aprender los métodos de la Escuela de Imágenes y Números.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
www.tianlongtan.blogspot.com