El I Ching se conoció desde sus inicios como un oráculo numerológico, puesto que las varillas daban números y los números imágenes que algunas veces se transformaban nuevamente en números. Esta forma fue la adivinación original que se practicó antes de que se compilaran los textos del Canon Antiguo del I Ching, que es el manual de adivinación que para el periodo de Primavera y Otoño (770-476 a.C.) servía ya a los aprendices del Oráculo de Varillas como guía para comprender los significados que tenían las imágenes y las líneas de los hexagramas.
No se puede decir que existan en realidad dos escuelas del I Ching, sino que cuando los confucianos se convirtieron en la casta letrada que debía dar el soporte ideológico al imperio, enfatizaron en los significados filosóficos del I Ching y dejaron de lado el aspecto numerológico y la adivinación, fue por eso que a partir de ese momento aquellos que persistieron en la práctica de los antiguos métodos fueron conocidos como la Escuela de Imágenes y Números, aunque todo su desarrollo se realizó en base a fundamentos que ya existían antes de compilarse los textos del I Ching; estas teorías y métodos fueron conocidos por los que compilaron los textos y dentro de los mismos se puede apreciar todos sus contenidos, por eso podemos saber que en un origen era un sola escuela, cuyo cuerpo era la filosofía y su uso la adivinación.
La primera separación se fue dando ya durante el periodo de Primavera y Otoño, cuando al tener ya el texto del Canon Antiguo, muchos de los adivinos de la corte se dedicaron a interpretar las respuestas del oráculo directamente en base a los textos en lugar de analizar las imágenes y olvidando que los textos sólo eran una ayuda mnemotécnica para aprender a conocer las imágenes. Incluso había casos en que asociaban los nombres de los personajes históricos que aparecían en los textos a los de sus familiares o descendientes que consultaban, convirtiéndose los textos del I Ching en respuestas directas a las preguntas; de esta manera fue como se fueron perdiendo los antiguos significados.
Confucio vivió en esa época y a pesar de ser un hombre muy cultivado, no pertenecía a los Shi, aficionándose a la práctica de la adivinación ya en su edad mayor, tal vez por eso era que, según él mismo manifestó, solo "acertaba en setenta de cada cien adivinaciones". Los antiguos Shi debían acertar en el cien por ciento de sus consultas y normalmente llegaban a un grado de acierto mayor al ochenta o al noventa por ciento, porque conocían los métodos originales de la adivinación, los mismos que eran trasmitidos sólo al interior de sus escuelas.
Fue así como Confucio, dio una transmisión del I Ching dando importancia a sus aspectos filosóficos, que él comprendió en bastante profundidad, pero con cierta deficiencia en cuanto a los métodos de adivinación, porque él era un Ru, grupo de funcionarios de la corte especializados en ciertos rituales y no los encargados de la adivinación. Sin embargo, sus discípulos recibieron también la trasmisión del I Ching que el des dio, conservando este libro como uno de sus textos de estudio, hasta que al llegar a Han del Oeste (206 a.C.-25 d.C.) se dedicaron a estudiar sólo los aspectos filosóficos del libro.
Sin embargo, fue dentro de una de las ramas de la misma escuela confuciana que se conservó la tradición numerológica original del I Ching. Tian He, uno de los representantes de la sexta generación del I Ching transmitido por Confucio, tuvo como discípulo al General Ding y el General Ding, representante de la séptima generación, tuvo también como maestro a Zhou Wang Sun, quien le transmitió los antiguos significados. Fue así como este conocimiento original de los métodos de interpretación del oráculo en base a las imágenes y los números se transmitió a Tian Wang Sun de la octava generación, Meng Xi de la novena generación, Jiao Yan Shou de la décima generación y finalmente a Jing Fang, de la undécima generación. Y fue Jing Fang, representante de la undécima generación del I Ching transmitido por Confucio, quien a su vez conocía los antiguos significados, el que en base a los conocimientos adquiridos de su maestro, desarrolló lo que hoy en día conocemos como el Wen Wang Gua o Método de Pronósticos de las Seis Líneas.
En tiempos modernos se conoce más a Jing Fang porque el sistema que desarrolló alcanzó enorme popularidad en las consultas del hombre común, sobre todo a partir del siglo tercero de nuestra era, pero él fue sólo uno más de los grandes maestros de la Escuela de Imágenes y Números, hombres de gran virtud que dedicaron sus vidas al análisis del I Ching y sus métodos de adivinación con la finalidad de servir a la sociedad. El mismo Jing Fang fue ejecutado a la edad de cuarenta años porque con sus pronósticos advertía al emperador que debía alejar de su lado a los funcionarios corruptos que traían la desgracia al imperio, y fueron esos funcionarios corruptos los que se coludieron para lograr que se le declare enemigo del estado y se le dé la muerte.
Por suerte, muchos de los conocimientos de los maestros de la Escuela de Imágenes y Números han sido preservados en libros, los mismos que pueden ser estudiados si uno tiene la base suficiente en el estudio del idioma chino antiguo y la filosofía china, entonces sus métodos han podido ser preservados y hasta la actualidad existen muchas personas en China que los practican y los enseñan, incluso en universidades conocidas, como la Universidad de Shandong y la Universidad Zhongshan de Cantón.
Si uno desea aprender no sólo la adivinación, sino profundizar en los fundamentos de artes como la geomancia china, es indispensable aprender los métodos de la Escuela de Imágenes y Números.
Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
www.tianlongtan.blogspot.com
Conozca la relación íntima entre los textos y las imágenes de los trigramas y las líneas
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jueves, 7 de noviembre de 2013
La Escuela de Imágenes y Números
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Wen Wang Gua
miércoles, 30 de octubre de 2013
Imágenes y Medias Imágenes
Las imágenes más conocidas de los trigramas son:
Qian: Cielo, caballo, cabeza.
Kun: Tierra, buey, vientre.
Zhen: Trueno, dragón, pie.
Xun: Viento, árbol, gallo, muslo.
Kan: Agua, lluvia, nube, cerdo, oreja.
Li: Fuego, sol, faisán, ojo.
Gen: Montaña, perro, mano.
Dui: Lago, carnero, recipiente de licor, boca.
También tenemos a Zhen o Kan como el carro, a Kun como la cuadriga, a Li como la red, a Kan como demonio, y otras asociaciones que se ven a lo largo de los textos del I Ching.
Entonces los textos tienen íntima relación con las imágenes y las medias imágenes de los trigramas asociados a las líneas que se describen en los versos. Es decir, una línea puede encontrarse al inicio, al centro o al final de un trigrama y cuando la línea se mueve se produce un cambio en las imágenes, ese cambio en las imágenes es lo que se describe a través de los textos.
Cuando estudiamos las imágenes y su relación con los textos, podemos darnos cuenta de que los textos no han sido escritos en forma aleatoria ni son una respuesta literal a nuestra consulta, sino que son un descripción de lo que sucede en el hexagrama y una vez que comprendemos esa descripción, procederemos a interpretar directamente lo que sucede en las líneas y trigramas para así poder dar la respuesta exacta a la pregunta que estamos planteando en la consulta.
Por ejemplo, para la línea sexta del hexagrama 38, El Antagonismo, leemos en Wilhelm:
Al tope un nueve significa:
Aislado por el antagonismo, uno ve a un compañero como un cerdo cubierto de roña, como un carro repleto de demonios.
Primero se tiende el arco contra él, luego se deja el arco de lado.
No es un bandido, él va a cortejar cumplido el plazo.
Al acudir cae la lluvia, luego llega la ventura.
Donde el cerdo, el lodo (roña), el carro, los demonios y el arco, son todas imágenes del trigrama Kan recíproco formado por las líneas tercera cuarta y quinta. Cuando la línea sexta se desplaza, se unirá a la línea tercera con la que tiene complemento y para hacerlo tendrá que atravesar por Kan, que se asocia al peligro, entonces las imágenes literarias se refieren al peligro o susto que pasará al atravesar por Kan. La línea yang asemeja a la flecha, pero al convertirse en yin la flecha desaparece, por eso se dice que "deja el arco".
Pero también tenemos las medias imágenes, que se dan cuando con dos líneas se insinúa la imagen de un trigrama, como podemos ver en el texto del hexagrama 10, La Pisada, donde Wilhelm traduce:
Seis en el tercer puesto significa:
Un tuerto puede ver, un tullido puede pisar...
Donde la línea yin de la tercera posición al unirse con la línea yang de la segunda, forma la mitad de Li o la mitad de Zhen, y como Li tiene la imagen del ojo y Zhen la del pie, al tener sólo la mitad de la imagen se dice: "Un tuerto puede ver, un tullido puede pisar...".
Estos no son casos aislados en el I Ching y la Escuela de Imágenes y Números recibió la transmisión de los antiguos significados que fue transmitida al general Kuan Ting en la sexta generación de la escuela confuciana, por eso grandes maestros como Jiao Yan Shou y Jing Fang, pudieron llevar la adivinación a niveles muy avanzados y obtener aciertos en más del noventa por ciento de las consultas.
Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
www.tianlongtan.blogspot.com
Qian: Cielo, caballo, cabeza.
Kun: Tierra, buey, vientre.
Zhen: Trueno, dragón, pie.
Xun: Viento, árbol, gallo, muslo.
Kan: Agua, lluvia, nube, cerdo, oreja.
Li: Fuego, sol, faisán, ojo.
Gen: Montaña, perro, mano.
Dui: Lago, carnero, recipiente de licor, boca.
También tenemos a Zhen o Kan como el carro, a Kun como la cuadriga, a Li como la red, a Kan como demonio, y otras asociaciones que se ven a lo largo de los textos del I Ching.
Entonces los textos tienen íntima relación con las imágenes y las medias imágenes de los trigramas asociados a las líneas que se describen en los versos. Es decir, una línea puede encontrarse al inicio, al centro o al final de un trigrama y cuando la línea se mueve se produce un cambio en las imágenes, ese cambio en las imágenes es lo que se describe a través de los textos.
Cuando estudiamos las imágenes y su relación con los textos, podemos darnos cuenta de que los textos no han sido escritos en forma aleatoria ni son una respuesta literal a nuestra consulta, sino que son un descripción de lo que sucede en el hexagrama y una vez que comprendemos esa descripción, procederemos a interpretar directamente lo que sucede en las líneas y trigramas para así poder dar la respuesta exacta a la pregunta que estamos planteando en la consulta.
Por ejemplo, para la línea sexta del hexagrama 38, El Antagonismo, leemos en Wilhelm:
Al tope un nueve significa:
Aislado por el antagonismo, uno ve a un compañero como un cerdo cubierto de roña, como un carro repleto de demonios.
Primero se tiende el arco contra él, luego se deja el arco de lado.
No es un bandido, él va a cortejar cumplido el plazo.
Al acudir cae la lluvia, luego llega la ventura.
Donde el cerdo, el lodo (roña), el carro, los demonios y el arco, son todas imágenes del trigrama Kan recíproco formado por las líneas tercera cuarta y quinta. Cuando la línea sexta se desplaza, se unirá a la línea tercera con la que tiene complemento y para hacerlo tendrá que atravesar por Kan, que se asocia al peligro, entonces las imágenes literarias se refieren al peligro o susto que pasará al atravesar por Kan. La línea yang asemeja a la flecha, pero al convertirse en yin la flecha desaparece, por eso se dice que "deja el arco".
Pero también tenemos las medias imágenes, que se dan cuando con dos líneas se insinúa la imagen de un trigrama, como podemos ver en el texto del hexagrama 10, La Pisada, donde Wilhelm traduce:
Seis en el tercer puesto significa:
Un tuerto puede ver, un tullido puede pisar...
Donde la línea yin de la tercera posición al unirse con la línea yang de la segunda, forma la mitad de Li o la mitad de Zhen, y como Li tiene la imagen del ojo y Zhen la del pie, al tener sólo la mitad de la imagen se dice: "Un tuerto puede ver, un tullido puede pisar...".
Estos no son casos aislados en el I Ching y la Escuela de Imágenes y Números recibió la transmisión de los antiguos significados que fue transmitida al general Kuan Ting en la sexta generación de la escuela confuciana, por eso grandes maestros como Jiao Yan Shou y Jing Fang, pudieron llevar la adivinación a niveles muy avanzados y obtener aciertos en más del noventa por ciento de las consultas.
Joseph Cruz Soriano
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